Son curanderas, artesanas, ilustradoras, comunicadoras y arquitectas. Son sabias y cálidas, nos estremecen con un simple roce y perdonan con tan solo un apretón. Y, ¿qué tal si usamos estas armas como escultoras?
Un elemento esencial para la humanidad
El barro, un regalo de la tierra, nos abre un sinfín de posibilidades para conectarnos con nuestros sentidos a través de las manos y con nuestras raíces mediante prácticas ancestrales como la cerámica y alfarería.
Se dice que la cerámica es una de las industrias más antiguas del mundo, pues data del periodo neolítico. Gracias a los hallazgos realizados por arqueólogos de todos los lugares del mundo, el barro hoy nos habla de la cultura y la historia, revelando nuestros orígenes más profundos.
Este elemento se usaba comúnmente en la construcción de viviendas y en la elaboración de recipientes para almacenar líquidos, preparar alimentos al fuego y modelar figuras simbólicas, religiosas y fúnebres. En pocas palabras, el barro fue esencial para resolver las necesidades primarias del ser humano.
A pesar de su gran relevancia en la historia, en el arte y en el patrimonio colombiano, de acuerdo con la investigación Historia de la cerámica de Patricia Zalamea, Olga García y Paula Acosta, poco se sabe de sus inicios en el país.
“La cerámica es un medio y a la vez una técnica que oscila entre el arte, el diseño, la artesanía y los oficios; podría decirse que, al estar en medio de diversas disciplinas y prácticas, se trata de un medio con múltiples dimensiones y posibilidades de inserción en la sociedad. En esto reside, justamente, su riqueza cultural y su potencial artístico. Sin embargo, y a pesar de su importancia para la historia material y cultural de Colombia, su historia no ha sido escrita de forma comprehensiva ni cuidadosamente documentada. Se trata de una de las técnicas más antiguas y propias del territorio colombiano, como puede verse en la rica diversidad de la producción prehispánica en barro”.
Beneficios del arte en barro
Además de ser un elemento esencial que ha acompañado el desarrollo de las sociedades durante miles de años, son muchos los beneficios físicos y mentales que obtenemos del arte en barro.
Ejercita las manos, muñecas y brazos: mientras trabajamos con el barro las fortalecemos a través de distintos movimientos, evitando que pierdan fuerza, movilidad y elasticidad, lo cual es especialmente beneficioso para aquellas personas propensas a la artritis.
Alivia el estrés: esta práctica sirve como relajante natural, nos ayuda a mejorar la concentración mientras alivia la tensión física y emocional.
Mejora la autoestima: las manualidades son conocidas por estimular y trabajar la autoestima en personas de todas las edades, pues fomentan la autonomía y la seguridad en uno mismo.
Estimula la creatividad: además de la infinidad de posibilidades que nos ofrece la técnica, llegar a especializarnos en ella requiere de tiempo y paciencia. En ese camino nos encontramos con varios ensayos y errores para alcanzar los resultados anhelados, por ello, el arte en barro promueve nuestra creatividad para resolver problemas y encontrar soluciones.
Mejora la relación con el entorno: si aprovechamos estos espacios de manualidades para compartir y trabajar en equipo, favorecerá nuestras relaciones sociales y el mismo vínculo familiar.
Aprende y práctica desde casa
Con el fin de guardar este legado que dejaron nuestros ancestros y continuar redescubriendo las posibilidades que nos ofrece, queremos invitarte a conocer nuestro curso de arte en barro. Aprende desde casa con vídeos pregrabados y recursos complementarios para que avances a tu propio ritmo, además, recibirás un kit básico compuesto de arcilla y herramientas para modelar. ¿Te animas a descubrir la magia del barro?